Una estrategia empresarial consiste en seleccionar y agrupar aquellas acciones que contribuyen a entregar más valor e incrementar la competitividad. La estrategia es única: lo que funciona en un negocio no tiene por qué funcionar en otro. Lo que en un sector te encamina al éxito, en otro te lanza al abismo. Desarrollar una estrategia empresarial exitosa requiere ir conquistando territorios y aprendizajes, paso a paso, en un avance constante y progresivo, que variará en función de cada empresa: de su tiempo en el mercado, de su cultura, de sus equipos, de su dirección, entre otras variantes.
Claves para mejorar la planificación estratégica de tu empresa
1.- Desarrollar una relación fortalezas/oportunidades equilibrada
Para desarrollar en tu empresa una estrategia empresarial encaminada al éxito hay un eje que debe mantenerse en equilibrio. Es el que forma las fortalezas del negocio y las oportunidades del mercado. Para ello es necesario atender a los indicadores y responder con sinceridad y concisión a las siguientes cuestiones claves para definir un eje equilibrado:
- ¿Qué está haciendo bien tu empresa?
- ¿Cuáles son los puntos fuertes de tu negocio?
- ¿Qué propuestas de valor reales proporcionan tus productos o servicios a tus clientes?
- ¿Cuáles son los motivos por los que estos son elegidos por el público?
- ¿Qué propuesta de valor consigue la fidelización de tu clientela?
- ¿Qué decisiones principales permiten la rentabilidad de tu negocio?
- ¿Cuáles son las tendencias que marcan el futuro de tu sector o ámbito de actuación?
- ¿Qué crees que premiará el mercado en los próximos años?
- ¿Qué comienzan a demandar con firmeza tus potenciales clientes que tú puedas proporcionar?
- ¿Cómo prevés que evolucionará el público y qué nuevos perfiles se interesarán por tus propuestas en los próximos años?
Esto te permitirá hacer un buen análisis y diagnóstico así como definir los objetivos a alcanzar encaminando tu planificación estratégica en la dirección adecuada.
2.- Sistematizar, corregir y aprender, clave para superar con éxito los desafíos estratégicos.
Para adquirir madurez es necesaria la experiencia que se adquiere con el tiempo, día a día. Ya que precisa de trabajo personal y de equipo para convertirla en un aprendizaje positivo y así poder desarrollarla.
3.- La coherencia es necesaria para alinear la propuesta de valor de la empresa y las oportunidades del mercado.
Una planificación estratégica incoherente está abocada al fracaso. Trabajar este punto día a día sin perder el foco y evitar dar bandazos sin rumbo es esencial.
Para mantener esta coherencia es importante regresar al eje fortalezas propias y oportunidades del mercado. Y definir qué acciones pueden mejorar los puntos fuertes de tu negocio decidiendo cómo alcanzar la excelencia en cada uno de esos puntos para convertir tu propuesta en la mejor que pueda encontrar el público. Siempre teniendo en cuenta las expectativas, deseos, necesidades y oportunidades de futuro que ofrece el mercado.
Saber explotar estas fortalezas y capacidades con coherencia allana el camino directo al liderazgo del sector.
4.- Evita el «cortoplacismo» en tu planificación estratégica.
Misión y visión a largo plazo deben estar siempre presentes para fijar metas y objetivos bien definidos y hacia los que encaminar el esfuerzo cada día.
No se trata de olvidar el trabajo presente posponiendo los réditos actuales por la promesa de réditos futuros. Pero sí de trabajar hoy pensando también en mañana. Así podrás crear una planificación estratégica de éxito y enfocar los esfuerzos en la dirección apropiada para llevar a tu empresa a un nivel superior.
Muchas empresas no saben planificar o implementar la estrategia definida. Según su grado de madurez estratégica, sus errores principales son unos u otros pero siempre son claves para su fracaso.
Detectar estos errores te permite trabajar para evitarlos:
- No saber crear valor.
- Carecer de identidad diferencial.
- Desarrollar una estrategia incoherente y desenfocada.
- Indefinición de sus prioridades estratégicas.
- Perder el objetivo de su estrategia para perseguir nuevas oportunidades del mercado no alineadas con ella.
- No conceder a la estrategia planificada los recursos necesarios para su implementación y desarrollo.
- Carecer de capacidades a nivel de conocimiento y tecnología para implementar estrategias ganadoras.
- Definición de acciones y estrategias imposibles de asumir por su empresa por ser demasiado elevadas para la situación inicial de la compañía.
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